 Ya casi. Tuve un visión, ya está. Ya esta el nombre, sí. Obviamente el nombre lo voy a entender yo solo, lo cual eso le suma varios puntos. Y como nombre al fin, resume lo que tengo ganas de hacer en este momento. Algo absolutamente mío. Seamos sinceros, cada día me mentalizo más en que el problema de no escribir radica en la no identificación. Me encanta escribir. Lo bueno: desde hace dos años me pagan por eso. Lo malo: la teoría de lo banal ya fué. Hace rato ya fué. Ahora tengo que pensar en cosas más serias. Boludo, madure. (Matenme). Tengo un nombre, tengo un contenido y se lo que quiero hacer. Conquistar el mundo.
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