 Katrina. Nueva Orleans perdió mucho, aparte de su historia quieta. Sus calles francesas y sus paseos góticos. Su gran fiesta: el Mardi Gras ha muerto, señores y señoritas. El carnaval terminó. La señora Barbara Bush dijo que los refugiados de Nueva Orleans no dejaban de ser "homeless" para Houston, Austin o cualquier ciudad que los recogiera. Y así esta todo quieto y se va muriendo. El Mardi Gras era una mezcla genial de toda la historia de la conquista, tradiciones europeas, raíces africanas y caribeñas, lo grotesco del teatro español. La mejor celebración multicultural que el mundo dió. Nueva Orleans murió, y en sus calles ya no se verán desfiles, ni disfraces, ni máscaras. Los bayou murieron, sin música ni gritos. El rey Zulu murió, el desfile de Orpheus murió, el miércoles de ceniza murió. Murió el jazz, murieron Lestat y Louis. Y Tom Sawyer también.
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