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15.2.05 | 10:50 PM |
Semana Temática en Hifi: Martes 8 a Martes 15
Anécdotas de Cyber VII: En casa de herrero
En ese cyber donde les conté que trabajaba nos afanaron mucho. Paradójicamente, contabamos entre los clientes fijos con un comisario de la zona, el cual de "copado" que era hasta nos había dejado la tarjeta con su celular personal (no, no es la marca de celular).
Una tardecita, tipo 20.00 horas, cae el comisario en cuestión con su mujer. A esa hora el local solía estar muy lleno. Y, para completar, cerrabamos caja porque cambiabamos de turno. Era un local grande, como de 40 máquinas, de las cuales 15 eran preferentemente para juegos y estaban ubicadas de modo transversal al mostrador. El dato importante, cuatro de estas 15, hasta que pusieron las camaras internas, nos quedaban fuera de la vista. A una de estas fue a parar la esposa de, con el comisario parado detrás de ella, igual que otros pibes que miraban jugar a los demás mientras esperaban turno. Sepan que las pcs eran bien idependientes una de otra.
Justo cuando me estoy poniendo la campera para irme, veo venir a esta señora como una flecha hacia el mostrador:
Mujer de: Me robaron la cartera, cerrá la puerta. Maga: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿acá? (bueno che, estaba hablando con la esposa del comisario) Mujer de: sí, recién, la tenía acá en la mesa y no está en ningún lado. Maga: ... Lea (mi compañero de laburo): ... Mujer de: cierren la puerta Maga: es que... Comisario: ¿salió gente ya? Lea: sí, algunos de los chicos, pero ¿como fue? (repito, hablabamos con el comisario en persona). Comisario: Nada, dejó la cartera sobre la mesa, nos entretuvimos con la computadora y ahora que nos ibamos no está Mujer: ahí tenía documentos, llaves, bla, bla, bla Maga: si quieres llamamos a la policía (mirando al comisario con cara de "perdoneme") Comisario: si.
Voy al cajón, saco la tarjeta, voy al teléfono que está enla punta opuesta del mostrador, disco, suena.
Comisario: Hola?
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Corté el teléfino con todo el disimulo que pude. Me atraganté con la carcajada tratando de meterme adentro de la pared y cuando pude reaccionar llame directamente a la comisaría.
Las gastadas que me comí yo, fueron peor que las que se comió el comisario.
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