 Anécdotas de Cyber.
Cuando yo trabajaba en un cyber que queda por la calle Independencia me pasó de todo. Entre ellas, esto:
Había una minita que venía siempre. Petisa. Rubio furioso. Raíces negras. Ojos hermosos. 17, 18 años. Bastante zarpada para hablar y para reaccionar. Acá, entre nos, era gorda, pero gorda así exageradamente. Esa clase de gordura que no podés dejar que tenga tu hija sin hacer nada. Tenía la idea de que todos los tipos del cyber le tiraban onda. Hablaba fuerte. Bueno. Viene un día. Paga por adelantado por tres horas de tiempo. Se sienta en la pc de atrás en línea recta al mostrador. No entenderían cómo pero quedó practicamente en medio del local.
En eso.
Minita: Maga, podés venir que hay un virus?
Maga: ya voy, bancá un segundo (solo Dios sabe qué estaría haciendo), qué virus?
Minita: no sé, le mando una foto mia a un chabón y me dice que le llega la foto de una vaca, para mi que el diskette tiene un virus.
CHaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan
Momento Kodac.
No recuerdo cómo, pero sé que la pilotee. Igual, se escucharon risas de otras máquinas. La gente no es buena. Pero algunos se cansan de tirar centros.
|