 Cómo destruír una palabra, en cinco fáciles pasos:
1- Introdúzcala (la palabra, no sea malpensado) en todos sus grupos de amigos y descaradamente ínstelos a utilizarla. En días, comenzará a hartarse de oirla; en semanas, sentirá fastidio; a los meses evaluará la posibilidad de una sordera inducida.
2- Vuélvala polisémica (que le atribuya varios significados, bestia). Nuestro objetivo es volverla "comodín" y que se aplique a todas las situaciones posibles. Saturará.
3- Dígale a algún amigo moscardón (de esos que lo admiran sólo porque alguna vez alguien del sexo opuesto a usted SI le dio bola) que le marque con alguna seña exaggerada, cada vez que la utilice. Terminará odiando... lo.
4- Asociela a algo negativo. Por ejemplo, La Sole (que pendeja insufrible), imagine a La Sole en su campo de arequito, tomando mates y diciendo la palabra en cuestión con un falsete folclorisimo.
5- Comprese un loro (combinará bien con su traje de pirata). Adiestrelo. Enseñele a decir "lapalabraencuestión" y papa.
Si usted prefiere saltear todos estos pasos, simplemente haga algo como esto:
Igual, yo prefiero llamarlo "Posta" al mío.
Si, el mío se llama Posta.
Christian.
Chau. Murió posta... esa palabra.
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